Con el propósito de ofrecer opciones para el adecuado tratamiento de residuos orgánicos que usualmente terminan incrementando la cantidad de desechos sólidos que se generan en la ciudad, el innovador Francisco Bonive, ha desarrollado un prototipo de lumbricultivo portátil, con el apoyo del Gobierno Bolivariano a través del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI), canalizado mediante su Unidad Territorial Mérida.
Considerando que los residuos orgánicos pueden ser tratados desde el lugar donde se originan -hogares y expendios de alimentos, por ejemplo- Bonive ideó el prototipo adecuado para el biotratamiento, con lo cual se evitaría la disposición de estos junto al resto de los desechos sólidos, reduciendo el volumen a ser retirado por el servicio de aseo urbano y minimizando también la presencia del lixiviado, líquido que se filtra a través de los residuos sólidos en descomposición en las bolsas de basura y que se dispersa por las vías públicas al paso de las unidades recolectoras.
Externamente, el lumbricultivo ofrece la apariencia de una maceta contentiva de una planta ornamental colocado sobre un pedestal, por lo que se puede colocar dentro de casas o apartamentos. Incluye partes como el depósito para los residuos orgánicos (restos de alimentos no cárnicos, vegetales, verduras, hortalizas, también papel en trozos pequeños), lombrices rojas (Eisenia Andrei y Eisenia Fétida) o incubado, biofiltro, recolector del lixiviado biotratado o fertilizante líquido orgánico, entre otros.
Bonive, quien es ingeniero químico especializado en materia ambiental, explicó que fueron construidos diez prototipos en dos tamaños diferentes los cuales se colocaron en funcionamiento para evaluarlos. Los recursos invertidos en el proyecto totalizaron 116 mil bolívares asignados mediante el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit) y presentado en la convocatoria del Programa de Estímulo al Innovador, obteniendo resultados acordes con lo planteado inicialmente.
Los equipos cuya vida útil está estimada para 10 años, durante el lapso que estuvieron en funcionamiento a modo de prueba, mantuvieron las condiciones optimas de consistencia de las lombrices; la densidad poblacional de estas aumenta hasta los tres meses momento a partir del cual se auto estabiliza. Cada seis meses se requiere hacer un mantenimiento para la reposición del sustrato; el diseño ejecutado impide que salgan olores o se produzca la presencia de dípteros o insectos voladores.
Miguel Cabezas, quien forma parte del personal docente del CIDIAT efectuó la validación, mientras que para el análisis de dípteros que se presentaron excepcionalmente en dos equipos que no fueron operados apropiadamente por los usuarios, se contó con el apoyo de un biólogo. Por lo que respecta al lixiviado biotratado se le realizaron pruebas eco-toxicológicas para determinar niveles de acidez y conductividad eléctrica que determinan porcentajes de dilución para su posterior uso como abono en plantas, no obstante se requieren otros estudios como el fitopatológico, para prevenir que se originen enfermedades en las plantas.
Es de resaltar que tanto el abono sólido como el lixiviado biotratado son valores agregados que se obtienen en la innovación propuesta, cuyo propósito fundamental es tratar en el hogar los residuos orgánicos. (MCTI Mérida/ Milagros Torres Q) 04092013.